O coronavirus creou un novo contexto social que nos obriga a repensar a maneira de relacionarnos, tanto no ámbito privado como no público.
Nada va a ser igual después de esta pandemia. La sociedad está cambiando sus relaciones sociales y laborales.
Hay tiempo para evitar el desmoreamento de pymes e autónomos. «Sería un desastre».
En enero España tenía 4.000 expedientes de regulación temporal de empleo. Tras un mes en estado de alarma hay 500.000.
La situación es diferente a 2008. En la anterior crisis nos dimos cuenta de la envergadura cuando habían pasado varios años. Ahora estamos en el origen, y es normal que tengamos tendencia a pensar que va a ser peor, pero nos faltan datos para poder afirmarlo con rotundidad.
Algunos datos tenemos: entre marzo y lo que va de abril hay 485.000 parados más. Y habrá que ver cuántos negocios ahora cerrados van a volver a abrir.
Es cierto que muchos negocios que ya tenían dificultades antes de esta crisis se quedarán por el camino. Pero no podemos pensar que todo el sector de la hostelería o de servicios no va a volver. Volverán, con las costumbres cambiadas, o de forma diferente. El problema es el tiempo. Que esto no se alargue.
La gran empresa tiene más resortes para salir adelante, pero el 90 % de la actividad económica está en manos de las pequeñas y medianas empresas. Por eso es tan importante arbitrar medidas que realmente ayuden a mantenerlas, y quiero pensar que es eso lo que se está haciendo.-¿Veremos caer grandes empresas, o es más una crisis de autónomos y pymes?
Las empresas se han agarrado de forma masiva a los ERTE, pero ya se habla de un inminente colapso judicial por la avalancha de concursos en camino.
-Es fácil predecir ese escenario, pero yo soy más partidario de pensar que aún estamos a tiempo de evitarlo. Se trata de aguantar, de resistir, para evitar los concursos. No podemos pensar que se han acabado los clientes. Por eso insisto en la necesidad de implantar medidas de liquidez que ayuden a las empresas, pero también a los trabajadores, porque también es necesario que las personas tengan capacidad de pagar sus gastos. O todos conseguimos que funcione o esto va a ser un desastre. Por eso la clave no puede ser cuántos concursos se van a presentar, sino cuántos concursos vamos a evitar para que las empresas no caigan.
-España tiene desde hace cuatro años una ley de segunda oportunidad que no permite exonerar deudas con la Seguridad Social ni con Hacienda. Eso ayudaría a mucha gente a volver a empezar.
-La ley de segunda oportunidad no funciona en España ni en la mayoría de los países que la tienen. Por eso las autoridades comunitarias han exigido esa reforma y España tiene un mandato legal que vence en junio del 2021 para adaptarla y hacer que funcione, sin diferenciar la deuda contraída con las Administraciones, ni con Hacienda. Dadas las circunstancias, no cabe esperar un año, la modificación de la ley de segunda oportunidad es una emergencia legal.
Según Francisco Prada Gayoso, los procesos de insolvencia en España son completamente ineficaces. «La enorme mayoría, más del 90 % terminan con la liquidación de la empresa, generalmente mal ejecutada», afirma. Por eso apela a la calma antes de tomar una decisión precipitada.«Más del 90 % de los procesos de insolvencia terminan en liquidación»
-¿Qué asuntos están llegando estos días a su despacho?
-Me llega mucha preocupación por la incertidumbre. Por ejemplo, un problema que me plantean es que las líneas de liquidez en forma de préstamos puestas a disposición de las empresas limita a las sociedades que han estado en concurso de acreedores. Y no es una cuestión menor. Estamos hablando de 23.000 empresas, con más de 60.000 trabajadores que técnicamente no puede acogerse a estas ayudas.
-Y ante la incertidumbre, ¿cuál es su consejo?
-Nuestro consejo siempre es esperar y no precipitarse.
Extensión do periodo de pago das liquidacións tributarias do concello de Ames ate o 30 de maio